Cuando una empresa contrata a otra para la elaboración de determinadas tareas en un departamento específico, es lo que llamamos Outsourcing o traducido al español Subcontratación o tercerización.
Trasladándolo al terreno contable, hablamos de Outsourcing cuando contratamos a una empresa especializada en el manejo de las operaciones contables, financieras y tributarias. Esto incluye tareas como la liquidación de impuestos, emisión de estados financieros, planeamiento contable-tributario, etc.
Optar por esta modalidad trae consigo muchos beneficios, en el que destaca la disminución notable de los costos que representa mantener un departamento propio de contabilidad. Al igual que permite a la empresa en cuestión optimizar su tiempo y recursos para enfocarse en las tareas principales del rubro de negocio.
El Outsourcing Contable viene respaldado con un abanico de opciones que facilitan la gestión y potencian un manejo favorable de los recursos económicos dando una mejor visualización de sus costos. También, coloca a disposición el uso de una fuerza humana y tecnológica mucho más grande que se alinea y actualiza frecuentemente con los estándares internacionales como son las NIIF.
En el mundo empresarial internacional, el outsourcing da un paso al frente como la herramienta ideal que le da a los dueños de empresas la oportunidad de centrar sus esfuerzos en el giro de sus negocios y adelantarse a los posibles cambios de la industria.