¿Tienes una gran idea de negocio o eres un emprendedor que busca formalizar su empresa? Si todavía no conoces la diferencia y los beneficios que se obtienen entre ser una persona natural con negocio y una persona jurídica, estos son los 10 factores que debes considerar para ser una persona jurídica y beneficiar a tu emprendimiento.
Mayores posibilidades de posicionarte en el mercado
Tener un negocio jurídicamente permite crear una marca con mayor recordación en el mercado.
Acceso a préstamos y créditos de diferentes instituciones financieras.
Al ser una persona jurídica las instituciones financieras ofrecen mayor flexibilidad para préstamos o créditos bancarios.
Credibilidad y confianza hacia tus clientes.
Como persona natural puedes generar confianza con tus clientes, sin embargo al ser una persona jurídica con un nombre y marca reconocidos te das a conocer como una empresa sólida hacia tus potenciales clientes sin importar el tamaño de tu empresa.
Puedes asociarte con otras empresas para lograr mayor competitividad.
Si buscas crecer o generar alianzas estratégicas con otras empresas, podrás lograrlo solo siendo una persona jurídica.
Acceso a nuevos mercados y expansión en otros países.
Teniendo una empresa y con una visión de expansión y crecimiento, puedes acceder a mercados internacionales.
Puedes participar en licitaciones con el Estado.
Como modo de crecimiento y optar por una mayor participación en el mercado estatal, además de generar empleos y apoyar a la economía del país.
En caso de deudas la empresa responde solo con el patrimonio de la empresa.
Uno de los aspectos más resaltantes de ser una persona jurídica es que las deudas adquiridas con terceros sólo pueden ser cubiertas de pago con bienes adquiridos a nombre de la empresa, sin generar mayor responsabilidad al dueño o socios de la misma.
El propietario o socios y trabajadores de la empresa acceden a beneficios sociales y seguro. Dato poco conocido en las empresas.
Definitivamente, cualquier persona o colaborador busca los mayores beneficios al escoger una empresa con la cual trabajar.
Puedes ampliar el capital social e incluir nuevos socios estratégicos.
Siempre que estés en buscando crecer o aumentar capital, puedes optar por la inversión de socios o accionistas que apoyen tu proyecto.
Si piensas salir del negocio, puedes liquidar la sociedad y disolverla, o en su defecto venderla.
De eso modo puedes legalmente salvaguardar tu patrimonio, y podrás arrancar un nuevo negocio posteriormente.
